Una reina real de pie orgullosamente ante un árbol antiguo y monumental, con el logotipo grabado en el tronco, sus ramas extendiéndose hacia el cielo como brazos que la abrazan, rodeada de un halo de luz.

Una ilustración estilizada del rostro de una reina, con una sonrisa suave y un atisbo de maldad en sus ojos, rodeada de patrones y formas intrincadas que evocan el diseño geométrico del logotipo, con un brillo suave y etéreo.

Una majestuosa reina sentada en un trono, con una corona real en la cabeza, sosteniendo un cetro en una mano y un logotipo pequeño y intrincadamente diseñado que simboliza su herencia real en la otra, contra un fondo de un castillo grandioso y ornamentado con un atardecer dorado.