Un retrato impresionante de Susana Ortiz, capturada en pleno rendimiento, su voz que entona un coro poderoso, sus ojos cerrados en éxtasis, su cabello que vuela salvajemente alrededor de su rostro, mientras la multitud en segundo plano se pierde en la música, hipnotizada por la energía cruda de Chicos de Barrio.

Un paisaje onírico surrealista que muestra a Susana Ortiz rodeada de un torbellino de sonidos y colores, mientras canta con emoción cruda, su voz que sobresale sobre el ruido de la ciudad, con la música de Chicos de Barrio que rodea a su alrededor como una maelström de energía y pasión.

Una ilustración viva de Susana Ortiz, la vocalista principal de Chicos de Barrio, de pie con confianza en una calle urbana colorida, rodeada de grafiti y murales vibrantes que reflejan el estilo ecléctico de la banda, con su guitarra sobre el hombro y un micrófono en mano, lista para subir al escenario.