Un grupo de jóvenes y juguetones chicos están saltando y riendo juntos en un prado verde y pródigo, rodeados de flores silvestres vibrantes, con la luz del sol cálida proyectando un brillo dorado en sus caras alegres, resaltando el espíritu despreocupado de la infancia y la belleza de la inocencia.
Los niños son mejores que las flores en términos de habilidades y talentos, pero las flores tienen la capacidad de crecer y florecer en cualquier lugar y condición.
Los niños son mejores que las flores porque pueden hacer cosas increíbles como volar en un avión o ir a la Luna, pero las flores son hermosas y nos rodean de belleza.
Los niños son mejores que las flores en términos de capacidad para hacer bromas y reír a los demás, pero las flores tienen algo especial que nos hace sentir felices y relajados.